MAMOPLASTIA DE AUMENTO

El deseo natural de tener buen aspecto y agradar hace que aquellas mujeres cuyos pechos no se ajustan a su propio ideal estético se sientan incómodas. La mamoplastia de aumento es una técnica de cirugía de las mamas destinada a mejorar el volumen y la forma del pecho femenino que le ayudará a sentirse mejor consigo misma.

Indicaciones: Normalmente se someten a esta intervención aquellas mujeres que se sienten insatisfechas porque sus pechos no se han desarrollado con el tamaño que ellas esperaban. También se aconseja la mamoplastia a pacientes que quieren igualar las dos mamas por tener una más grande que la otra, o que pretenden restaurar el volumen natural de sus senos reducido a causa de un embarazo, a pérdidas de peso o debido a la edad. Este tipo de cirugía aporta soluciones específicas para cada caso.

Lo esperado: Esta destinada a mejorar el volumen y la forma del pecho femenino, consiguiendo una mejoría estética que aumentara tu autoestima.

Procedimiento:

1. Aumento con prótesis

Fotografías Vía ADAM

Consiste en la implantación de una prótesis de silicona bajo la glándula mamaria o la fascia del músculo pectoral. El lugar más conveniente de implantación depende de su anatomía, del volumen de la prótesis o del volumen de la mama existente.

Fotografías Vía ADAM

El procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión en la areola o, en casos muy excepcionales, en el pliegue bajo el pecho o en el surco de la axila. Generalmente se utiliza la primera vía ya que permite un buen abordaje y la cicatriz queda perfectamente disimulada.

La duración de la intervención es de 1-2 horas aproximadamente.

Fotografías vía ADAM

2. Aumento con grasa propia

Fotografía Vía ADAM, editado por EQUILIBRA TU BELLEZA

La utilización de la grasa del propio paciente, como material de relleno para restaurar y dar volumen o remodelar, evita cualquier posible rechazo o incompatibilidad, al tratarse de un material autólogo.

Para la obtención del tejido graso, y posterior implante, se precisa de una sedación y anestesia local de la zona donante, y/o anestesia general dependiendo del paciente y de la grasa necesaria que se precise en cada caso.

Las zonas donantes más frecuentes son: abdomen, cara interna de los muslos y rodillas y muslos externos.

Para evitar que la grasa se reabsorba y los resultados sean duraderos, la infiltración o injerto del tejido graso se realiza de forma intramuscular y subcutánea; a través de incisiones mínimas, cerca del área a tratar. Se utiliza una micro cánula con la que se depositan pequeños implantes.

Tras finalizar el implante, procederemos a la inmovilización del injerto entre 10 - 20 días con la utilización de fajas de compresión.