Fotografía Vía hugoaupart.blogstop.com |
La auriculoterapia proviene
etimológicamente del griego terapia que significa curar y del latín aurícula
que quiere decir oreja, se presenta como una rama de la acupuntura por ser
practicada por medio de las agujas chinas. Su origen es incierto, pero sin duda
se sabe que proviene de oriente. El francés Dr. Paul Nogier entre 1954 y 1956
fue el primero en crear una cartografía detallada del pabellón auricular. Este
método de tratamiento es un microsistema de acupuntura por medio del cual se
diagnostican y tratan diversas enfermedades y consiste en la estimulación de
terminaciones nerviosas que se encuentran en el oído y le conectan con el resto
del cuerpo, por lo que al ser estimulada una parte de la oreja tendrá un efecto
en la parte del organismo relacionada con dicha zona.
Las terapias y diagnósticos a través del pabellón
auricular son conocidos en todo oriente, desde Egipto, pasando
por Persia, hasta China y,
más tarde, descritos algunos de sus tratamientos por médicos de Grecia, Portugal, Italia y,
especialmente por la importancia en su desarrollo moderno, de Francia. Las técnicas se basaban en experiencias y eran
transmitidas de forma oral, lo que limitó su desarrollo e importancia. Los
primeros documentos escritos que relacionan la oreja y
los nadi (meridianos), así como el diagnóstico
observando el pabellón auricular, están datados en el año 400 a. C. en China, aunque
es durante la dinastía Tang cuando se difundió en la medicina china la estimulación de la oreja como
terapia contra algunos trastornos del cuerpo humano.
Está basada en la idea de que la oreja es una
representación completa del resto del cuerpo.
En la oreja se refleja una imagen parecida a
la de un feto “in útero”. El feto está orientado cabeza abajo, a nivel de su
lóbulo. Esta forma funciona en la teoría de la Medicina China, como
el “espejo” de todo el cuerpo.
Es inevitable hacer uso de los dibujos y cartas
referenciales existentes en todo tratado sobre la materia, de este modo
podremos comprender el cómo y el por qué.
Todo lo que existe en el universo está formado por
energía. La base de la terapia se basa en el equilibrio energético, cuando se
presenta la enfermedad existe un desequilibrio de esa energía, así pues como
existen venas y arterias por donde circula la sangre para ser transportada a
todo el organismo existen también otros canales por donde fluye la energía
llamados "meridanos" estos canales al ser estimulados logran
restablecer el equilibrio energético del cuerpo. Este hecho es clave y puede
utilizarse como método de diagnóstico. Por otro lado, una vez detectados los puntos,
se puede proceder a su estímulo para volver a equilibrar el organismo.
La auriculoterapia puede utilizarse para el
tratamiento tanto de enfermedades agudas como crónicas, permite utilizar
estímulos semipermanentes y, además, tiene generalmente rápidos resultados. Por
el contrario, el tratamiento tiene nulo o escaso resultado después de realizar
un gran esfuerzo físico o mental; por este mismo motivo, no se recomienda
realizarlo a personas que tomen altas dosis de psicofármacos, tengan enfermedades hereditarias o trastornos
degenerativos, esquizofrenia, depresión
endógena, anemias, principios de apendicitis, enfermedades contagiosas y de transmisión sexual
y, por último, enfermedades que afecten a la médula espinal.
Los resultados más satisfactorios se han obtenido
en los tratamientos siguientes:
-Trastornos funcionales (endocrinos y orgánicos:
hipo e hiperacidez, estreñimiento…
-Dolores de cualquier causa, tipo y localización:
neuralgias, dolores de parto, dolor postoperatorio, gastralgia,
post-traumático…
-Trastornos psíquicos y depresiones, ansiedad…
-Alergias: asma, fiebre del heno…
-Hábitos tóxicos, enuresis nocturna, insomnio.
En Francia, el Dr. Paul Nogier de Lyon, observó
en la década de los años 50 que una curandera de la región trataba a sus
pacientes de ciática, cauterizando la zona del antehélix. A partir de este momento, las
estimulaciones de la oreja fueron estudiadas,
ampliadas y todas las técnicas revisadas y actualizadas, en los años 60. Fue el
primer médico occidental que exploró con criterio científico la auriculoterapia
china, logrando revivirla.
Posteriormente, el Dr. Jacques Niboyet estudió
la resistencia al paso de la corriente eléctrica de los puntos acupunturales y descubrió que los puntos
auriculares presentaban una resistencia diferente a la de su entorno, lo que
permitió el diseño de aparatos que permitían localizar los puntos activos de
forma precisa. Desapareció así la falta de fiabilidad en esta técnica, para
dejar paso a un método terapéutico objetivo, repetible y que permitía demostrar
la existencia de estos puntos.
Desde este momento se pudo ir completando la
cartografía auricular, cada vez con más precisión y se avanzó en la
investigación de la respuesta del organismo a varios tipos de estimulaciones,
lumínicas, magnéticas y químicas, preferentemente. La Oficina Regional del
Océano Pacífico Occidental de la OMS (WHO-ROWP) celebró en Seúl (Corea del Sur) en 1987, la tercera conferencia sobre
estandarización de nomenclatura de puntos acupunturales, discutiéndose en ella
el número de puntos auriculares, que quedó fijado en 43 con el mismo nombre y
localización en Francia y China y
otros 36 con desigual localización, aunque igual nomenclatura.
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